jueves, 6 de octubre de 2016

¿QUE ES LA FASCTIS PLANTAR?


La fascia es un tejido aponeurótico muy grueso que relaciona el calcáneo con los dedos del pie, su función es la de conferir estabilidad y amortiguar los impactos que afectan al arco longitudinal.

La fascitis plantar es la inflamación e irritación del tejido plano que recubre la musculatura de la planta del pie y de su inserción en el talón. Suele producirse por un exceso de tensión acumulada debido a un error en la biomecánica del miembro inferior. El estiramiento o la excesiva solicitación generan en la fascia una agresión que da como resultado una inflamación y dolor característico. La tracción excesiva en el origen de la fascia sobre el calcáneo puede causar micro desgarros dando lugar al síndrome del dolor de talón.

La inflamación de la aponeurosis puede presentarse de forma aislada o acompañada de un espolón calcáneo, aunque no existe necesariamente relación entre ambas. Este dolor está causado por una degeneración del colágeno que da lugar a la llamada inflamación crónica; suele localizarse sobre la tuberosidad interna del calcáneo y bóveda plantar (el dolor en la fascia plantar del medio pié nos hará pensar en una fascitis plantar verdadera). Se presenta con un dolor agudo por la mañana que suele ir cediendo a lo largo del día, hasta a veces, convertirse en un dolor sordo que mejora con el descanso. En los casos más agudos llega a producir una alteración en la marcha.

Dentro del atletismo es una lesión característica ya que la repetición continuada de impactos sobre una superficie o terreno duro suele ser muy lesiva para esta membrana. Aunque también puede aparecer en otros deportes que se practiquen sobre una superficie dura e incluso puede aparecer en personas sedentarias.

FACTORES DE RIESGO

·         Pie valgo o plano (el pie plano no se ha podido relacionar directamente con el SDT) o cavo.
·         Obesidad u aumento de peso repentino.
·         Sobreesfuerzo o carga repetida sobre los pies.
·         Tono excesivo en el tendón de Aquiles.
·         Calzado inadecuado.
·         Ajuste inadecuado de la carga de entrenamiento.
·         Dismetría en los miembros inferiores.
TRATAMIENTO

Si el dolor lo permite y el grado de afectación no es elevado, se puede seguir entrenando aunque se deberá modificar la actividad o disminuir tanto la duración como la intensidad, correr por un terreno más blando evitando los desniveles muy pronunciados o prolongados y, controlar el desgaste de las zapatillas. El uso de una talonera que amortigüe los golpes o de un vendaje adhesivo rígido (tape) y la aplicación de hielo después de cada entrenamiento nos ayudará a disminuir los impactos, reducir la tensión y favorecer la recuperación post-entrenamiento.

El mejor tratamiento para cada patología nace desde la prevención, en este caso es bastante sencillo y no nos ocupará mucho tiempo. En el caso de los atletas, antes de iniciar una sesión de ejercicios se deberá realizar unos minutos de carrera continua suave por un terreno blando seguido de unos estiramientos específicos de la fascia plantar para conseguir un calentamiento más profundo.

Estos estiramientos se centrarán en la fascia plantar (sentados tirar de los dedos y del antepié hasta notar tensión en la planta del pie y mantener unos 15-20s.), gemelo, sóleo y cadena posterior. Hacer rodar un rulo o una pelota bajo la planta del pie, es también un buen ejercicio.

En cuanto al tratamiento:

·         Realizar un masaje de descarga de la planta del pie empleando los nudillos y fricciones cortas longitudinales del tendón de Aquiles, del sóleo y de los gemelos. También se puede aplicar criomasaje en la planta del pie durante la fase aguda o subaguda.
·         Presión estática sobre los puntos dolorosos de la pantorrilla.
·         Masaje transverso profundo en el punto de inserción de la fascia en el calcáneo en la fase subaguda.
·         Electroterapia analgésica y anti-inflamatoria mediante corrientes de alta frecuencia (OC, MO o diatermia), corrientes de baja frecuencia (TENS) y US.
·         Estiramiento específico del músculo pedio, tibial anterior y posterior y tríceps sural.
·         Vendaje funcional y/o talonera.
·         Crioterapia después de cada actividad.

Como hemos indicado al principio de este apartado, la fascitis puede estar provocada por una alteración biomecánica en los miembros inferiores. La pronación subastragalina y la fuerza que ejerce el propio peso del cuerpo producen una sobresolicitación de las estructuras de sustentación que pueden llegar a provocar un esguince de la fascia o una fascitis plantar. Los síntomas de síndrome de dolor del talón se asocian con tensión en la fascia plantar a la altura de la tuberosidad medial del calcáneo. El síndrome de dolor del talón presenta una sintomatología parecida a la fascitis, aunque en este caso el dolor se intensifica cuando se hace deporte, sobre todo al correr o saltar.

El síndrome de dolor del talón suele apreciarse más en las piernas más cortas, por lo que deberemos prestar atención a una posible dismetría estructural o funcional de los miembros inferiores. La causa de una posible falsa pierna corta, además de una alteración a nivel de la pelvis, la podemos encontrar en atletas que corren por la pista siempre en el mismo sentido, por lo que llegado el caso, aconsejaremos a nuestro paciente alternar el sentido de la carrera.

En otros casos, la pronación subastragalina, además de aumentar la tensión en la fascia, puede provocar un gemelo corto y una hipomovilidad en la articulación tibioastragalina, siendo necesario estirar varias veces al día el tríceps sural. Por otro lado, el fortalecimiento de una musculatura intrínseca del pie debilitada puede ayudar a contener una pronación excesiva.


En general deberemos controlar todos los factores que de por sí, generen una pronación intrínseca excesiva.

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