Esta entrada solo nos va servir de guía, ya que es algo
estandarizado y nuestros hijos pueden ir adelantados o atrasados respecto a la guía.
También os tengo que avisar que si vuestro hijo es prematuro
o gran prematuro, tenéis que guiaros por la edad corregida para poder seguir la
guía.
1.
Primer mes:
En este
primer mes el neonato tiene poco control de los movimientos de la cabeza debido
a su falta de tonicidad muscular.
El bebé gira
cuando se le toca la mejilla y sigue los objetos con su mirada a unos 20 cm de
distancia que aunque no tenga una visión precisa le podemos estimular mediante
objetos de colores llamativos o luces, sobretodo blancos y negros, para buscar
esos seguimientos del bebé.
Produce
sonidos simples, gritos y gorjeos y, normalmente, utiliza las vocales a y u.
Muestra una
sensibilidad a los olores e incluso gira la cabeza hacia ellos; además de que
es capaz de mirar a los ojos de la persona que lo levanta y de responder con
una sonrisa ante sonidos suaves mientras que ante ruidos inesperados llora en
señal de alerta.
Discrimina la
frecuencia, el tono y el ritmo de los sonidos, aunque no trata de localizarlos;
además de que es capaz de diferenciar entre el frío y el calor, lo blando y lo
duro y lo liso de lo arrugado.
Es importante
conocer que los sonidos le puede producir una sensación de malestar, por lo que
nuestra voz tiene que ser un tono suave y agradable.
Lo esencial de esta etapa es conseguir
el giro y el intento de agarre o movilización de los miembros superiores.
Decúbito
prono (boca abajo):
El neonato es capaz de elevar
asimétricamente la cabeza durante unos instantes con la intención de mirar
hacia un lado o hacia otro. Además todavía sigue sin haber apoyo, únicamente
existe contacto.
Decúbito
supino (boca arriba):
Mantiene la
cabeza en la línea media durante unos instantes y al conseguir elevar la cabeza,
ésta le cae hacia atrás.
Manipulación:
El signo de Grasping o reflejo
de presión palmar todavía sigue siendo positivo aunque las manos ya se le
van abriendo más frecuentemente.
Percepción:
El bebé sigue lateralmente un
objeto sonoro y luminoso hasta unos 45º aproximadamente.
2.
Segundo mes:
Las acciones
reflejas del niño comienzan a desaparecer y se convierten en reacciones más
voluntarias.
El bebé ya
intenta mantener la cabeza erguida y en posición horizontal es capaz de
patalear con pies y manos.
Juega con sus
manos, abriéndola para asirlo cuando se le presta un objeto.
Se excita
ante un objeto y anticipa sus movimientos, incluso presentado preferencia por
un lado.
Aquí el bebé
ya comienza a diferenciar lo interno de lo externo y la proximidad y el tamaño
de los objetos; además de distinguir los sabores y las voces de otros sonidos.
Es capaz de
emitir gorjeos, incluso emite algunos sonidos de una sola sílaba.
El neonato ya
puede fijar la mirada y mirar a los ojos, incluso puede crearse una imagen
precisa de los objetos siguiéndolos en su recorrido.
Además tras
la realización de varios estudios se ha concluido que el bebé tienen el sentido
del olfato y de la audición desarrollados desde un principio y de como el bebé
con la visión busca los rostros bellos, dulces o muy llamativos.
Puede ver a
50 cm de distancia objetos tridimensionales de colores y ya puede buscar el
origen de los sonidos, incluso girándose si es necesario. Además observamos
como el bebé ante los sonidos fuertes responde con agitación.
Muestra
seguridad cuando lo acarician, sonriendo ante dichos estímulos y buscando el
contacto o la caricia de la madre.
Decúbito
prono:
Son capaces de adelantar el apoyo
de los antebrazos y de elevar la cabeza unos 45º manteniéndola durante unos 10
segundos porque ésta es muy grande y el bebé tiene que luchar contra la
gravedad con todas sus fuerzas para conseguirlo.
Además es importante saber que si no le sujetamos la cabeza
al bebé cuando lo tenemos en brazos no va a pasar nada; al contrario, le
debemos de dejar libre la cabeza para que él mismo sea capaz de mantenerla y de
conseguir el control cefálico que necesita.
Decúbito
supino:
El neonato mantiene la semiflexión
de las extremidades pero con menos intensidad aunque sí consigue mantener
durante más tiempo la cabeza en la línea media.
Percepción:
La vista y el oído le sirven para
orientar su motricidad. Además reacciona moviendo su cabeza fijando la mirada o
interrumpiendo el movimiento durante unos segundos.
Es capaz de seguir con la mirada
un objeto que se desplace cerca de él unos 180º.
Reacciones:
Pull to sit, la cabeza todavía le cuelga hacia detrás pero en la
vertical es capaz de mantenerla erguida durante unos segundos. Por ello, si lo
colocamos en sedestación es cuando consigue tener la cabeza más estable y tener
ese control cefálico trabajando sus paravertebrales.
3.
Tercer mes:
El bebé en este tercer mes ya está
mucho más activo puesto que consigue mantener la cabeza y mover sus piernas y
brazos vigorosamente. Además, cuando se le sostiene en posición vertical
soporta su propio peso con los pies apoyados sobre alguna superficie.
En decúbito prono es capaz de
contraer su espalda y de levantar la cabeza durante unos 10 segundos.
Busca coger los objetos cuando
están cerca de él, dirigiendo deliberadamente sus brazos hacia el objeto;
además es capaz de recordar los objetos que ya ha visto antes, al igual que a
los familiares puesto que en esta etapa el bebé se dedica a explorar la cara,
los ojos y la boca con las manos.
Es interesante conocer que cuando
un niño te toca la cara es porque le gustas y te quiere reconocer.
Hace balbuceos, ronronea y hace
gárgaras; y es aquí cuando ya se puede diferenciar su llanto por el sueño o por
el hambre, es decir, un niño llora por esas dos cosas si no es por alguna de
ellas tenemos dos posibles casos; o que el bebé tenga alguna patología o porque
el estado anímico del padre o de la madre esté alterado ya que el niño es capaz
de percibirlo todo.
El neonato fija la mirada en los
objetos que se encuentran a 3 metros de él y llega a girar unos 180º su cabeza
para rastrear los objetos a 30 cm de distancia.
Decúbito
prono:
El neonato
realiza un apoyo asimétrico de los codos en ángulo recto y es capaz de elevar
la cabeza simétricamente alrededor de unos
45º o 90º.
La
semiflexión de caderas va cediendo, mejora el tono extensor, puesto que los
paravertebrales ya van realizando su función y son capaces de mantener la
cabeza; y su centro de gravedad se ve desplazado hacia la cadera porque las
piernas se han extendido y el centro de gravedad se posterioriza.
Decúbito
supino:
El bebé se interesa por sus manos,
por lo que se las lleva a la boca y tiene la intención de tocar y explorar.
Manipulación:
Se lleva las manos a la línea
media del cuerpo y a la boca. Además desaparece el reflejo de prensión y es
capaz de realizar un cierre automático de la mano cuando ésta entra en contacto
con algún objeto.
Percepción:
El bebé está muy atento a su madre
y es capaz de responderle con sonidos mientras ésta le habla.
Además, en cuanto ve un objeto
gira completamente (180º) para intentar cogerlo aunque todavía sea incapaz de
hacerlo.
Reacciones:
En él se observa el reflejo del
“Pull to sit” puesto que mantiene la cabeza erguida y la columna cervical y
dorsal altas las mantiene firmes, no tanto así las lumbares. La pelvis se
encuentra en ligera flexión y el niño puede apoyar ligeramente los talones en
el suelo.
4.
Cuarto mes:
En este mes ya empieza a presentar
un buen control sobre los movimientos de la cabeza y se gira en dirección al
objeto que les llama la atención.
Es capaz de mantenerse sentado por
unos minutos apoyado sobre alguien y puede realizar giros desde la posición de
supino hacia ambos lados, hasta darse la vuelta por completo. Normalmente,
comienzan a realizar los volteos por error y de manera espontánea puesto que al
estar en decúbito supino y querer alcanzar algún objeto, se caen boca bajo y no
saben volver a ponerse de nuevo en decúbito supino. Por ello, es espontáneo en
un principio pero luego ya lo hacen de manera voluntaria, cómo juego y para
poder desplazarse.
El bebé extiende los brazos para
alcanzar los objetos con la mano abierta preparada para agarrarlos y es capaz
de alterar la posición de los objetos y su distancia observando los cambios que
ha realizado.
Presenta una memoria inmediata de
entre 5 y 7 segundos, balbucea como intento para iniciar una interpretación con
las personas de su alrededor y es capaz de coordinar el movimiento de sus ojos
con el de sus manos.
Reacciona ante sonidos de alegría
y desagrado, reconoce a su madre tanto visual como auditivamente, reacciona con
miedo ante situaciones extrañas para él y puede llegar a jugar durante 15 o 20
minutos seguidos; por esto las sesiones de fisioterapia en los primeros meses
de vida son cortitas puesto que el niño no consigue mantener la atención en
todo momento y, físicamente, no consigue estar mucho tiempo en la misma
posición.
Decúbito
prono:
En este mes el bebé es capaz de
enderezar la cabeza a 90º en relación con el tronco ya que tiene un firme apoyo
de los antebrazos. También es capaz de despegar el tronco hasta el final del
esternón para conseguir un mayor ángulo de visión y poder alargar uno de sus
brazos.
Al final de mes es capaz de
desplazar lateralmente su centro de gravedad y de realizar una transferencia de
peso hacia un codo para así poder coger un objeto. Además también puede
realizar una rotación de la columna dorsal por la disociación de cinturas
correcta.
Desarrollo de
la postura en decúbito prono:
El bebé puede cambiar de
dirección, dando pasos con las manos y realizando lateralizaciones con su
propio cuerpo. A partir de aquí, desde decúbito prono, el niño es capaz de
explorarlo todo. Por eso, es muy importante que el niño esté la mayor parte del
tiempo posible en el suelo para que pueda comenzar a desarrollar todas sus
capacidades motrices.
El bebé es capaz de colocarse en
todas las posturas que se ven a continuación:
Decúbito
supino:
En esta posición el bebé puede
iniciar movimientos de pataleo y el intento de mantener las piernas unos
instantes en contra de la gravedad; para ello será muy importante la acción
abdominal del bebé.
Sedestación:
Aquí el bebé es capaz de mantener
la cabeza y el tronco bastante erguidos aunque todavía no consiga una
sedestación autónoma.
Percepción:
El bebé es capaz de fijarse tanto
en los objetos próximos como en los objetos alejados a él.