¿Quién no ha ido al “fisio” alguna vez? Sino todos, casi todos; y la inmensa mayoría pensando en que le dieran un masaje, pero no es la única herramienta que poseemos para tratar a los pacientes.
En esta entrada vamos a conocer una parte de la fisioterapia, que ha creado debate por compararse con la masoterapia o terapia por medio de masajes.
La rama que vamos a desarrollar se caracteriza por utilizar una serie de estímulos físicos producidos por una corriente eléctrica. Estos estímulos tratan de desencadenar una respuesta fisiológica para producir un efecto terapéutico. Esta rama es la “ELECTROTERAPIA”.
Existen varios tipos de corrientes, de baja, media y alta frecuencia, y dentro de cada tipo podríamos encontrar subtipos.
- BAJA FRECUENCIA: (galvánica pura o continua, interrumpida o rectangular, farádica rectangular, galvano-farádica progresiva y moduladas) engloba las corrientes de hasta 800 Hz.
Se busca sustituir estímulos fisiológicos naturales por un estímulo artificial que se consigue a partir de un generador. La corriente produce la contracción del musculo al crear una diferencia de potencial entre la membrana y el interior de la fibra nervioso excitada. Tiene un efecto analgésico, antiespasmódico, hiperemiante y térmico.
Indicadas para el tratamiento de afecciones del sistema neuromuscular, afeccione del sistema circulatorio, patologías que cursan con problemas de irrigación y edemas y afecciones osteoarticulares.
- MEDIA FRECUENCIA: (corrientes interferenciales) abarca frecuencias entre 801 y 20.000 Hz. Es aplicable a todo tipo de lesiones, se consigue con ellas un efecto excito-motor.
Indicada en procesos de atrofia muscular por inmovilización, degeneración del sistema neuromuscular y en casos de problemas de circulación periférica.
- ALTA FRECUENCIA: (diatermia, onda corta continua o pulsada y microondas) sus frecuencias van desde los 20.001 ya los 5 Mhz. Tiene efectos hiperemiantes, analgésicos, antiinflamatorios, térmicos, y antiespasmódicos.
Indicada para la estimulación de la de circulación sanguínea, favorece la cicatrización de las heridas, esguinces, roturas musculares, vasodilatación, etc.
Las corrientes se pueden usar tanto en niños como en adultos y en casi cualquier parte del cuerpo, siempre dentro de unas restricciones.
Podemos encontrar muchas ventajas para convencernos que son la mejor opción, como, por ejemplo, se produce un trabajo muscular, que favorece la hipertrofia y el aumento de la fuerza, sin realizar esfuerzo y sin causar lesiones y mejora la circulación sanguínea y linfática.
Sin embargo, no debemos olvidar, que como todo, también tiene sus contras, como podrían ser que no trabaja a nivel cardio-respiratorio (trabajo aeróbico), por lo que nunca hay que dejar de lado con estas terapias el ejercicio físico. Está contraindicado en pacientes con marcapasos, zonas con heridas o quemaduras, en síndromes febriles, en procesos infecciosos o tumorales, embarazadas, en zonas donde esté presente algún tipo de pieza metálica, en zonas de crecimiento óseo de los niños y en pacientes que sigan tratamientos antiinflamatorios o anticoagulantes.
En general, se podría decir que es una parte importante del trabajo del fisioterapeuta, pero nunca hay que olvidar que hay muchas terapias más dentro de este oficio y que cada una será favorable para unas patologías y se apoyará en las demás. Así que dejemos de lado tantos debates y empecemos a beneficiarnos de este abanico tan amplio de opciones.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.abalnearios.com/electroterapia/
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