CONSEJOS SOBRE ESGUINCES DE TOBILLO
¿Qué
se puede hacer en casa?
Las
lesiones de este tipo deben recibir los siguientes primeros auxilios:
reposo, frío, compresión y elevación.
Reposo
El
pie lesionado debe estar en reposo (sin apoyar) las primeras 24-48
horas para evitar la progresión de la lesión.
Frío:
La
zona lesionada debe ser enfriada colocando una bolsa de hielo, o una
bolsa de guisantes congelados (o similar), que se adapte a la forma
del tobillo. El hielo nunca debe estar en contacto directo con la
piel ya que podría provocar quemaduras por congelación. Debe colocarse un paño entre el hielo y la piel.
El frío debe aplicarse durante 20 minutos cada hora, pero no más de
un total de 3 horas de frío. El hielo es eficaz durante las primeras
24 horas después de la lesión.
Compresión
la
compresión debe ser firme pero no demasiado apretada. Nunca debe
afectar a la circulación sanguínea. Un vendaje elástico desde los
dedos hasta la mitad de la pantorrilla es ideal.
Elevación
el
pie debe estar elevado, por encima del nivel del corazón. La
posición más cómoda es estar acostado con la pierna elevada sobre
varias almohadas. Estando sentado la pierna deberá estar elevada
sobre una silla o una mesa. La elevación deberá mantenerse durante
varios días.
Dependiendo
de la gravedad de los daños, los síntomas desaparecen entre una y
cuatro semanas tras el accidente.
El
dolor inicial puede persistir entre una y cuatro semanas, dependiendo
de la extensión de la lesión. El dolor relacionado con el apoyo
puede persistir hasta 3 meses.
Con
un tratamiento adecuado de la lesión es poco frecuente que perdure
la sintomatología, pero en casos aislados pueden perdurar el dolor y
la sensación de debilidad o inestabilidad en el tobillo. En estas
situaciones será necesario realizar un estudio para determinar la
causa de la persistencia de la sintomatología.
En
los esguinces graves es necesario aplicar tratamiento
fisioterapéutico y no se debe realizar ningún tipo de deporte hasta
pasadas por lo menos 6 semanas.
Tratamiento
Consiste
en reposo, frío local, compresión y elevación del pie. Este
tratamiento es adecuado para lograr la recuperación en los esguinces
leves. Con el tratamiento es importante recibir las suficientes
sesiones de fisioterapia para que ésta sea eficaz.
El
paciente debe evitar acentuar la lesión de tobillo evitando apoyar
peso demasiado pronto sobre su tobillo lesionado.
El
objetivo de la fisioterapia es comenzar a mover el pie en uno o dos
días. Tras haber iniciado la movilización de pie y tobillo, la
rehabilitación tendrá como objetivo reestablecer la estabilidad de
los ligamentos. Ello se consigue caminando sobre un terreno
inestable, como por ejemplo gravilla o arena, o utilizando aparatos
tipo trampolín, balancín etc., ejercicios en los que el tobillo
participa en el mantenimiento del equilibrio corporal, viéndose
sometido a movimientos que estimulan la recuperación de los
ligamentos lesionados.
Además
es importante devolver la fuerza a la articulación del tobillo
mediante un entrenamiento adecuado.
En
fases más avanzadas del periodo de recuperación se utilizarán
métodos de entrenamiento más complejos, como por ejemplo correr en
zigzag o haciendo ochos, entre otros.
Los
deportistas que no siguen correctamente los ejercicios de
recuperación se quejan de inestabilidad del tobillo; ello se debe a
que los ligamentos están distendidos y se evita con paciencia y
rehabilitación. Es importante que el deportista se centre en
recuperar el 100% en su actividad deportiva, en lugar de temer una
nueva lesión a consecuencia de una rehabilitación
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